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Gloria y duelo en el piragüismo español

El murciano José Javier Cano, el ceutí Juan González, el balear Marcus Cooper Walz y el asturiano Javier Cabañín se han proclamado Campeones del Mundo Júnior de Aguas Tranquilas en K-4 1000 metros en los mundiales que se están disputando en Brandemburgo. Este título mundial debe calificarse sin duda de histórico para el piragüismo español ya que hacía nada menos que 36 años que España no ganaba la medalla de oro en este siempre complicado barco de equipo. La última vez que España había logrado el título mundial en K-4 masculino fue en los Mundiales de Belgrado de 1975 cuando el mítico K-4 de Herminio Menéndez, Ramos Misioné, Estebán Celorrio y José Díaz Flor lograron la victoria en Belgrado. La pista alemana de Regatas de Beetzsee en Brandemburgo recoge ahora el testigo al mismo tiempo que Cano, González, Walz y Cabañín se convierten en un K-4 a seguir de cerca y más si cabe teniendo presente que el K-4 es una prueba integrada en el programa olímpico. Los españoles, que habían logrado el pase directo a la final logrando la victoria en las series disputadas en la matinal de ayer, volvían a realizar una regata perfecta en la final, rebajando el crono de ayer en casi 3 segundos y logrando la medalla de oro y el título mundial con un tiempo de 03:03.750. La llegada fue apretadísima y el K-4 ruso se tenía que conformar con la plata a menos de 3 décimas de los españoles. La tercera plaza se la adjudicaba el equipo polaco también a menos de un segundo de España.

Unos minutos antes de la entrega de medallas se conoció la noticia del fallecimiento de Emilio Llamedo y la delegación española solicitó permiso para que nuestros palistas acudieran al pódium con un crespón negro en señal de duelo. La presencia en Brandemburgo del presidente de la ICF, José Perurena, gran amigo de Llamedo que ocupó la vicepresidencia de la RFEP durante 6 años con Perurena como Presidente, propició que además se rindiera un sentido homenaje a través de la megafonía. Perurena fue además el encargado de entregar las medallas a los palistas españoles en un histórico y emotivo acto.

Sin preseas en las finales individuales de 1000 metros:
Cabañín y Monleón en K-1 no pasaron de la séptima posición y el canoísta Mohammad Amar no pudo evitar la última posición.

Previamente España no había tenido opciones en las tres finales individuales en las que competía. Javier Cabañín y Elena Monleón se tenían que conformar con la séptima plaza en K-1. El asturiano paraba el crono en 3:44.120 a casi 8 segundos del checo Dostal que se adjudicaba la victoria por delante del alemán Rendschmidt y del húngaro Noe, que fue tercero. La palista balear tampoco tuvo opción de pelear por las medallas y se quedaba a más de 12 segundos de la húngara Farkasdi que sólo tuvo rival en la belga Peters, que fue segunda. Completó la presencia en finales de 1000 metros el canoísta andaluz Mohammad Amar que finalizaba en última posición muy lejos de los mejores. La victoria para el húngaro Korisanszhy seguido del alemán Oeltze y del ruso Bovdurets.

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