Madrid, 11 febrero de 2021.- El Salón de la Fama de Piragüismo España incorporará en su segunda edición a los medallistas olímpicos Guillermo del Riego, Narciso Suárez y Enrique Míguez en el apartado de deportistas, y a los técnicos José Montes ‘in memoriam’ y Vicente Rasueros.
Estos cinco miembros formarán parte del mismo en 2020, tras concluir el proceso de selección que ha contado con un comité de expertos y la votación popular en la que tomaron parte más de 3.000 personas durante el pasado mes de diciembre.
La ceremonia de ingreso tendrá lugar en la fecha que determine la nueva junta directiva que gobernará la Federación Española de Piragüismo a partir de las elecciones del próximo domingo.
En el II Salón de la Fama del piragüismo español ingresan los palistas Guillermo del Riego -subcampeón olímpico en Moscú 80 en K2 500-, Narciso Suárez y Enrique Míguez -ambos medalla de bronce en los JJOO de Los Ángeles en C2 500-, y los entrenadores José Montes -primer seleccionador español de esprint- y Vicente Rasueros -técnico de la selección española en los JJOO de Moscú 1980-.
Los 8 deportistas que forman parte del Salón de la Fama, creado por la Federación Española de Piragüismo, son medallistas olímpicos, ya que además de los castellano-leoneses Del Riego y Suárez y del gallego Míguez, figuran David Cal (ganador de 5 preseas olímpicas), Herminio Menéndez (3), Luis Gregorio Ramos Misioné (2), José María Estaban Celorrio (1) y José Ramón López Díaz-Flor (1).
Entre los 8 palistas nominados a ingresar en la segunda edición también figuraban Belén Sánchez y Joaquina Costa -ambas componentes de la primera embarcación femenina finalista en JJOO (K2 500 Barcelona’92)-, Joaquín Larroya y Juan Miguel Feliz -integrantes del primer equipo español que compitió en JJOO (Roma’60)- y María Eizmendi -primera medallista española en competición internacional en eslalon (Copa del Mundo 1998)-.
El técnico asturiano José Montes, a título póstumo (falleció en 2005), -primer seleccionador español de esprint (Roma’60)- y el castellano-leonés Vicente Rasueros -entrenador de los programas de tecnificación y equipo júnior y de la selección española en los JJOO de Moscú 1980- acceden al Salón de la Fama. En la primera edición lo hicieron los entrenadores Suso Morlán ‘in memoriam’, Eduardo Herrero y Luisa Álvarez.
En 2020 también fueron candidatos Mon Urtizberea -primer entrenador español de eslalon-, José Seguín -integrante del equipo técnico de los JJOO de Seúl’88- y Amando Prendes -fundador del club Los Gorilas de Candás-.
El Salón de la Fama de Piragüismo España, creado el pasado año, es un espacio que tiene por objetivo reconocer la contribución de diferentes personalidades y materializar el legado de este deporte.
En 2019, la RFEP inauguró con éxito y gran acogida la primera edición del Salón de la Fama, que en 2020 presenta las mismas categorías; deportistas (palistas de género masculino o femenino, de las diferentes disciplinas del piragüismo y en participación individual o en equipo) y técnicos (todo aquel trabajador de género masculino o femenino que ha enseñado, promovido el deporte y contribuido a sus éxitos en sus diferentes disciplinas).
Un comité de expertos formado por profesionales del ecosistema del piragüismo, entre los que figura el presidente de la Federación Internacional de Piragüismo, José Perurena; su homólogo de la Española, Juan José Román Mangas, y el quíntuple medallista olímpico, David Cal, han participado en el proceso de preselección de los candidatos, en base a unos requisitos mínimos de elegibilidad, así como en la votación final.
Los requisitos para que un deportista pueda ser elegido miembro del Salón de la Fama precisan que debe haberse retirado cuatro años antes de la nominación, ser reconocido por sus logros deportivos: número de medallas olímpicas/participaciones en JJOO, medallas obtenidas en otros campeonatos (del mundo, europeos, nacionales) o por la longevidad de su carrera deportiva (importancia histórica como deportista), y se valorará por su contribución al deporte más allá de los éxitos deportivos en sí, y por los valores transmitidos.
Los entrenadores se deben haber retirado de la profesión al menos cuatro años antes de la nominación o si aún están en activo, haber tenido una trayectoria profesional significativa, habiendo ejercido durante al menos 10 años; ofrecer una contribución destacada al deporte a modo de legado a través de éxitos deportivos conseguidos, características personales como la empatía y otros valores transmitidos a los deportistas u otras iniciativas y proyectos llevados a cabo.