Antía Jácome, Tano García y Pablo Martínez: el tridente que marca el rumbo de la canoa española

Antía Jácome, Tano García y Pablo Martínez ingresaron de puntillas en el 2021 sin tener la más remota idea de lo que ese año olímpico por accidente les iba a deparar. Sevilla, Trasona, Verducido, Poznan, Szeged, Copenhague… y Tokio. Siete paradas con el paso a nivel bajado hasta que el tren de este volcánico trío que desconoce el significado de la palabra límite lo reventó sin miramientos a fuerza de altas dosis de esfuerzo, un sacrificio extremo y ese inquebrantable tesón que define a los elegidos para la gloria. 

El ‘expreso’ de Antía, Tano y Pablo fue cogiendo velocidad de tal manera que nunca llegó a detenerse a largo de 365 días de absoluta locura en los que estos tres jóvenes talentos que abanderan el renacer de la canoa hispana, junto a las experimentadas María Corbera y Patricia Coco, pasaron del anonimato a convertirse en figuras relevantes de un piragüismo español que se frota las manos elucubrando sobre qué nuevo muro infranqueable no serán capaces de echar al piso en este recién estrenado ciclo olímpico viendo los importantes logros que han cosechado en poco más de un año de meterse en faena. 

Medalla de plata en el Mundial de Copenhague y diploma olímpico en los Juegos, ambos en el C-1 200, la explosiva palista pontevedresa confirmó con apenas 21 años todo lo bueno que venía pregonando a los cuatro vientos en categorías inferiores. 

FOTO: COE

Antía, ¿cuál es tu balance personal del 2021? ¿Superó tus expectativas? 

¡Creo que no podría definir con una palabra mi 2021! Ha sido un año alucinante en el que cumplí el sueño más grande que tenía, y me demostré a mí misma que si luchas por lo que realmente quieres, lo conseguirás! 

¿Te quedó alguna asignatura pendiente?  

¡Creo que al 2021 no podría pedirle nada más! Pero me ha enseñado a no conformarme y a saber que tengo que seguir luchando si quiero conseguir un objetivo más ambicioso.

¿Cuáles son tus prioridades deportivas en 2022 por orden de importancia?

No las llamaría prioridades, más bien objetivos. Me gustaría poder conseguir otra medalla internacional en C1 200 metros. Creo que siempre tenemos que ponernos metas para poder avanzar. A mí me sirven de muchísima ayuda para poder crecer como deportista y, cuando lo logras, es la sensación más gratificante del mundo.

A París llegarás en plena madurez competitiva tras un ciclo olímpico completo en la élite. ¿Serán esos Juegos definitivamente TU momento? 

Creo que cualquier competición en la que puedas llegar a dar el 100% es tu momento, pero sí ciertamente pienso que tengo mucho margen de mejora y en tres años espero poder dar otro salto.

Antía Jácome: “Me gustaría poder conseguir otra medalla internacional en C1 200m. Siempre hay que ponerse metas para poder avanzar”

Poder llegar a París como una presumible candidata a obtener medallas, ¿puede llegar a afectar a tu rendimiento?   

Pues sinceramente creo que no porque cuando llegas a este nivel deportivo lo único que tienes que tener en mente es poder exprimirte al máximo en los entrenamientos y en las competiciones.

FOTO: COE

EL MARIDAJE PERFECTO ENTRE DOS ‘HERMANOS’ DE LA VIDA 

Tano García (19 años), diestro, y Pablo Martínez (24), zurdo, eran amigos y residentes en Sevilla, hasta que un entrenador de la RFEP, el rumano Marcel Glavan, se cruzó en el camino de ambos para meterles en la coctelera e inventarse un dúo que entró en el circuito de la canoa de fondo como elefantes en una cacharrería.

Para empezar, destronaron a Adrián Sieiro y Sergio Vallejo de su pedestal de mejor C-2 nacional en los 1000 metros, después reventaron a sus rivales en el Preolímpico de Hungría, ganando una Copa del Mundo que les otorgó un billete para Tokio, donde volvieron a liarla metiendo la cabeza en una final en la que la falta de experiencia y, sobre todo, el cansancio, les pasaron factura. Algo parecido a lo que les sucedió en el Mundial de Dinamarca. Nada que no se pueda corregir en un futuro que se barrunta sumamente prometedor para estos dos béticos de cuna, cuyos colores lucen con orgullo en su club, el Náutico de Sevilla.

Pablo, ¿superó tus expectativas el año recién finalizado?  

Y tanto que las superó porque era mi primer año completo en el equipo nacional. Me incorporé con ellos tras el Confinamiento de la pandemia, ya que hasta entonces estudiaba en la Universidad y las clases eran incompatibles con los entrenos. Pero al perderse la presenciabilidad, empecé a entrenar con ellos. Luego, en el arranque de la pasada temporada, di el paso de dividir lo que me faltaba para sacarme el título de fisioterapia en dos años para dedicarle más tiempo a la canoa. Mi objetivo no era más que mejorar todo lo que pudiera, pero ganar el selectivo, una prueba de la Copa del Mundo o clasificarme para los Juegos eran cosas impensables para mí. 

Tano, ¿a ti te quedó algo pendiente?  

Siendo egoísta diría que haber rematado la temporada en el Mundial, en el que no salieron del todo bien las cosas. Pero de esas dos regatas aprendí, y ya estamos en camino de conseguir un mejor resultado en Canadá. Por lo demás, ha sido un año extraordinario. Todo lo que conseguimos ni me lo podía imaginar a principios de 2021. Sin duda superó mis expectativas, pero además exponencialmente. 

Pablo Martínez: “Mi objetivo no era más que mejorar todo lo que pudiera, pero ganar el selectivo, una prueba de la Copa del Mundo o clasificarme para los Juegos eran cosas impensables para mí”

– ¿Vuestras metas para la temporada que recién comienza?

PM: Mi objetivo principal es mejorar cada día, sentir que cada entreno que haga dé sus frutos y disfrutarlo, que es lo que para mí da sentido a mi carrera: disfrutar el piragüismo, que es un deporte que siempre lo he hecho porque me ha gustado. Quiero sentirme satisfecho con los entrenamientos y poder llegar a la competición sabiendo que el trabajo está hecho. Y ahí sacar la mejor versión, pelear por llegar el primero, sino el segundo… pero que sean los demás los que tengan que ganarme. Y mi segundo objetivo es terminar por fin la carrera. 

TG: Mi objetivo es lograr una medalla en el C-2 500, con Pablo, en el Mundial. Es bastante complicado, pero trabajando duro como lo estamos haciendo se puede conseguir, ¿por qué no seguir soñando?

FOTO: RFEP

¿Cómo es remar con Tano? 

Es algo muy especial porque nuestro entorno está totalmente unido. Nuestras familias se conocen desde siempre, compartimos los amigos del Náutico, luego hay un montón de gente que nos sigue y se alegra cuando conseguimos algún logro en el agua, como pasó en la Copa del Mundo o en las semis y la final olímpica. Los dos tenemos el ADN del Náutico, que nos hace sentir y vivir las cosas de una manera diferente, además de ser afines en muchas cosas. En lo deportivo, Tano es un auténtico diamante, un portento tanto físico como de todo. Nos complementamos la mar de bien, cada uno tenemos nuestros potenciales y les sacamos partido. Cuando hay un día malo, nos comprendemos porque nos conocemos desde pequeños y, aunque nos cansemos el uno del otro, todo eso que nos une hace que sea una relación como de hermanos, pero profesional y deportiva. No creo que se pueda tener un compañero mejor.  

¿Cómo es remar con Pablo? 

Pues como dice él, es especial porque tenemos una conexión muy buena, tanto entrenando como compitiendo. Este año, que ha sido el primero, hemos descubierto que funcionamos muy bien compitiendo, pero sobre todo en los entrenamientos. Luego tenemos una muy buena relación personal, nos entendemos muy bien y siempre miramos las cosas con positivismo. El día que nos han salido bien dos series de cuatro, pues nos quedamos con eso. Siempre buscamos una fórmula para mejorar y seguir creciendo. 

Tano García: “Descubrimos que funcionamos muy bien compitiendo. Tenemos una muy buena relación personal y siempre miramos las cosas con positivismo”

A París llegaréis tras un ciclo olímpico completo en la élite. ¿Crees que habrá llegado el momento de pegar ese salto de calidad definitivo para luchar por las medallas? 

PM: París lo miro con respeto y con calma. Es verdad que en un año han cambiado mis objetivos deportivos completamente, pero en los próximos tres años pueden cambiar muchas cosas. Pero por otro lado tienes esa  ambición de decir que si en un año he sabido lo que hay que hacer y he podido llegar a un nivel competitivo muy alto, ¡qué es lo que podemos llegar a conseguir en tres! Tenemos ganas, así que toca esforzarse y entrenar duro para poder llegar a las competiciones internacionales con posibilidad de pelear y, si logramos estar en París, que sea para tratar de luchar por las medallas.   

TG: Primero hay que llegar, ese será el primer objetivo. Y si lo hacemos, las opciones van a estar ahí. El hecho de estar en unas Olimpiadas quiere decir que tienes un nivel bueno y creo que, con todo este último año y lo que vimos en la Copa del Mundo, si llegamos a estar en París 2024 pienso que tendremos posibilidades de medalla.  Así que a día de hoy ése es el objetivo, perseguir allí una medalla. No nos podemos conformar con menos. 

Marcel Glavan, técnico de Antía, Pablo y Tano, en la concentración de Kyotango (Japón). FOTO: RFEP