España hace historia en Halifax

España llegaba al cuarto día de competición de los Campeonatos del Mundo de Sprint Olímpico que se están disputando en Halifax (Canadá), con muchas opciones de conseguir medalla en las pruebas en las que estaba presente en las finales. De hecho, eran doce los representantes de nuestro país que luchaban por una presea en las once regatas en las que estaba en juego el podio y, a falta de un día de competición, nuestros palistas han logrado igualar los resultados del pasado Campeonato del Mundo. El K4 500 y el C2 200 masculino lograron proclamarse campeones del mundo y el K2 200 femenino se lo dejaron todo en la pista para hacerse con el subcampeonato del mundo en un día para enmarcar en la historia del piragüismo español.

Una jornada que no empezó como nos hubiese gustado en las finales de Paracanoe. Higinio Rivero, en VL2 200, se quedó a cuatro décimas del bronce, en una prueba de máxima igualdad. En KL2 200, Inés Felipe terminó en octavo lugar a algo más de 10 segundos de la ganadora y, en la última final del Paracanoe español, Adrián Mosquera se quedó a las puertas del podio finalizando cuarto, a menos de medio segundo del bronce. Javier Reja, que también participó en esta final A del VL3 200 concluyó en novena posición a 5,19 segundos del vencedor.

Tampoco hubo esa fortuna necesaria en la final de Sete Benavides en C1 200. Acabó a las puertas de la presea. Una salida un tanto lenta lo penalizó en el resto de la prueba y, pese al gran esfuerzo que realizó en los últimos 100 metros, terminó cuarto (39,60 segundos) a 0,16 décimas del bronce que logró el kazajo Viktor Stepanov. El oro fue para el polaco Oleksii Koliadych (39.25 segundos) y la plata para el alemán Nico Pickert (a 0,10).

Peor fue el final del K4 500 femenino, ya que tan solo 3 centésimas separaron a Sara Ouzande, Carolina García, Laia Pelachs y Teresa Portela (1:33,27) de la medalla de bronce. México (1:33,24) se coló por sorpresa en el tercer escalón del podio en una regata que ganó Polonia (1:30,70) y donde Australia fue plata a 2,07 segundos de las vencedoras.

La primera gran alegría de la jornada llegó en la impecable final del K4 500 de Saúl Craviotto, Carlos Arévalo, Marcus Cooper y Rodrigo Germade. Desde los primeros metros, los que ya fueran oro en la Copa del Mundo de Racice en mayo y plata hace un año en Tokio 2020, pusieron sobre la pista del Lago Banook sus intenciones de quedar campeones del mundo. Nadie pudo hacerles sombra, de hecho, los alemanes, principales opositores a la victoria, llegaron casi medio segundo por detrás de los nuestros.

España venció con un tiempo de 1:20,80 aventajando a los germanos por 0,43 décimas y a Ucrania por 0,55. De este modo, esta embarcación vuelve a lo más alto del podio en un Campeonato del Mundo, algo que no se lograba desde 1975 cuando se consiguió por primera y, hasta hoy, única vez. 

No tardó mucho en llegar el segundo oro español que se colgaron Cayetano García y Pablo Martínez en la final del C2 500. Una regata que dominaron de principio a fin y que les ha supuesto, al igual que en el caso del K4 de los chicos, el doblete entre Copa del Mundo y Campeonato del Mundo. Los palistas del Club Náutico de Sevilla firmaron en meta un tiempo de 1:46,32, dejando a la pareja polaca a 48 décimas y a la china a 58. Es la primera vez en la historia de los campeonatos que España se proclama oro en esta distancia y con esta embarcación.

Donde no hubo opción de pelear por el podio fue en la final del K1 500. El enorme esfuerzo de Marcus Cooper en la final del K4 500, se notó en esta prueba individual que se disputó tan solo 30 minutos después de que el cuarteto español se hubiese colgado el oro. Marcus, que sin lugar a dudas es uno de los mejores palistas de la distancia, nunca pudo sacar fuerzas para competir en la prueba y finalizó último. Su distancia en meta con el ganador (más de 25 segundos) dan muestra de cómo fue su prueba.

Pero para compensar el desaliento de Cooper apareció el K2 200 de Sara Ouzande y Teresa Portela. Las palistas del Club Kayak Tudense y de UCAM Piragüismo lo dieron todo en la final y su esfuerzo y tenacidad en el agua las llevaron al premio de la plata. Una medalla que lograron en la tirada final, que las llevó al agua, pero que celebraron a lo grande. Blanka Kiss y Anna Lucz, de Hungría, se llevaron el oro con un tiempo de 38,76 segundos, 20 décimas por delante de las españolas y 23 del bronce, que lo consiguieron las canadienses Andreanne Langlois y Toshka Hrebacka.

En la última prueba de la mañana, Paco Cubelos no pudo luchar por las medallas en la final del K1 1000. El de Talavera, que fue en cabeza de la prueba en los primeros 300 metros, no pudo resistir en los metros finales y acabó octavo a 6 segundos del vencedor. El oro lo firmó el húngaro Balint Kopasz (3:38,93) que aventajó al luso Fernando Pimenta en solo 5 centésimas y en 1,34 segundos al alemán Jacob Schopf.

En la jornada de tarde los únicos españoles en liza eran Isabel Contreras y Manuel Fontán en sus respectivas finales B. La palista del Club Los Delfines de Ceuta fue líder durante muchos momentos de la prueba del K1 500, pero finalmente entró en meta segunda, a medio segundo de la ganadora, la lusa Teresa Portela (2:02,81). Por su parte, el del Club Náutico o Muiño de Ribadumia, no dio opción a sus rivales en la final de consolación del C1 500. Venció con un tiempo de 2:01,11 y aventajó en 1,26 segundos al palista de Taipéi Kuan Lai.

De este modo, España firma ya cuatro metales en estos campeonatos, las tres del sábado más el oro del viernes de Juan Valle en Paracanoe y encara con esperanzas de lograr más en el día de cierre de competición. En total, estaremos presentes en otras 10 finales A y habrá que estar pendientes de la larga distancia que cierra el campeonato. Garrido y Corbera en el C1 5000 y Cubelos en el K1 5000, pueden poner el broche de oro a una competición que está siendo histórica para nuestro deporte.