El palista español Cristian Toro ha decidido poner el punto final a su etapa en la élite del piragüismo mundial. El deportista, que cumplirá 32 años el próximo mes de abril, ha tomado la decisión de colgar la pala y retirarse de la competición en este año olímpico.
Toro, que nació en Venezuela pero que poco tiempo después se trasladó a España para instalarse junto con su familia materna en la provincia de Lugo, más concretamente en Viveiro, comenzó con la práctica del piragüismo precisamente en esa población. De hecho, en la temporada 2005-06, aparece su primera ficha federativa en los registros de la Real Federación Española de Piragüismo englobando las filas del Club Piragüismo Viveiro. La temporada siguiente pasa a las filas del Club Fluvial de Lugo, para tener un interludio entre medias en el Club Talavera Talak (2010-2012), pero volvería a las filas del Fluvial de Lugo para permanecer en el club lucense casi 10 años (2013-22). La pasada temporada, las competiciones que realizó Cristian Toro las hizo de la mano de la Universidad Católica de San Antonio (UCAM).
La primera aparición de Cristian con el equipo nacional se produjo en la pista polaca de Poznan (julio de 2009). Allí, como miembro del equipo nacional Junior, con solo 17 años, logró el bronce en el K4 1000 metros junto con Paulino Otero, Gabriel Campo y Manuel Robles. Además, ese mismo cuarteto consiguió proclamarse campeón de Europa en la distancia de los 500 metros 24 horas después.
Su primera participación en un Campeonato del Mundo llegó meses después, también como Junior en la pista de Moscú. El K4 consiguió el quinto puesto en los 1000 y un valioso bronce en el 500. Un año después, en 2010, Cristian Toro, todavía como Junior, logra su primera presea internacional en una prueba individual: se proclama subcampeón de Europa en la pista rusa de Brónnitsy en la prueba del K1 200 y, junto con Iñigo García, sumó también la plata en la prueba del K2 200.
En 2011, y ya como Sub 23, Cristian participa en los Europeos de Zagreb (Croacia) en lo que ya va a ser su especialidad, el K2. En la distancia de 500 metros y junto con Álvaro Bravo, logra un 9º puesto y con Paulino Otero, en los 200 metros, finalizan cuartos.
Ese mismo año hace su debut oficial en la categoría absoluta en el Campeonato del Mundo de Duisburgo, los últimos días de agosto, compitiendo en el K2 200 junto con Carlos Arévalo y firmando una meritoria séptima posición en la final por las medallas. Compite junto con Arévalo en varias pruebas y campeonatos internacionales senior, siendo todavía Sub 23, y su primera medalla en la máxima categoría la consigue en la Copa del Mundo de Portugal de 2015, en el K2 200 junto con Arévalo y en ese mismo campeonato suma su primer oro en el K4 200 junto con Carlos Garrote, Jesús Soler, y Carlos Arévalo.
Aunque el punto álgido de la carrera deportiva de Cristian Toro llegó en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016, cuando logra sumar el oro olímpico, junto con Saúl Craviotto, en la prueba del K2 200 metros. Ese oro fue la culminación de un gran año ya que en el clasificatorio continental de Poznan en mayo, Craviotto y Toro fueron primeros en su prueba, idéntico resultado al que lograron en la Copa del Mundo de Duisburgo. En 2017, Toro compite en K2 200 junto con Carlos Garrote y en el Campeonato del Mundo de Racice logra la plata e idéntico metal en el K4 500 junto con Garrote, Cooper y Germade.
En 2018, firma el oro en el K4 500, junto con Craviotto, Cooper y Germade y lo mismo junto con Saúl en el K2 200 de la Copa del Mundo de Szeged. En el Campeonato de Europa de Belgrado logra sus dos únicos entorchados continentales, el oro en el K4 500 y el del K2 200, y en el Campeonato del Mundo de Montemor (Portugal) añade a su currículo la plata en el K2 200 y del K4 500, que son a su vez las últimas medallas internacionales del palista español.
Ahora, Cristian Toro ha decidido alejarse de la alta competición y lo hace en la casa del olimpismo español, en la sede del Comité Olímpico Español, donde el próximo martes 23 de enero de 2024, a las 12:00 horas, hará oficial su retirada.
Desde la Real Federación Española de Piragüismo, agradecemos de todo corazón a Cristian el trabajo, esfuerzo y los resultados que ha conseguido para nuestro deporte, y su ejemplar comportamiento en los entrenamientos y en la competición y desearle un futuro lleno de éxito junto con su familia y amigos.