Trasona (Asturias), 7 marzo de 2021.- La tripulación formada por Saúl Craviotto, Marcus Cooper Walz, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade, vigente subcampeona del mundo, ha logrado hoy el mejor tiempo (1m20s842) de las tres combinaciones que toman parte en el selectivo que determinará el K4 500 español que luchará por el oro olímpico en Tokio.
La embarcación que competirá en la cita nipona solo podrá contar con cuatro de los seis palistas que buscan plaza, 3 campeones olímpicos -Craviotto, Toro y Walz-, un finalista en Juegos -Germade- y dos medallistas mundiales -Arévalo y Garrote-.
El tiempo marcado hoy en el campo de regatas de Trasona (Asturias) por Craviotto, Walz, Arévalo y Germade es el mejor registro de las tres combinaciones planteadas (1m.20s.842), seguido del acreditado el viernes por Craviotto, Garrote, Arévalo y Toro (1m.24s.067) y del que hicieron ayer sábado Craviotto, Cooper, Arévalo y Toro (1m.24s.664).
Los seis palistas preseleccionados para K1 200 y K4 500 son poseedores de medallas en los tres años anteriores a la fecha inicial de los JJOO en las dos distancias y embarcaciones, y todos ellos quedaron en concentración permanente bajo la dirección del técnico Miguel García.
Las tres combinaciones de K4 planteadas responden a parámetros de rendimiento, valor de acoplamiento y confianza, y tienen en cuenta los tiempos acreditados por cada uno de los palistas en los controles individuales de K1.
A los test sobre la distancia de 200 metros, se suman los resultados sobre 400 metros, en los que el orden de clasificación fue el siguiente: Arévalo (1m16s59), Germade (1m17s41), Craviotto (1m17s51), Toro (1m18s68), Walz (1m20s10) y Garrote (1m21s36).
El gallego Rodrigo Germade, que entró hoy por primera vez en la combinación del K4, ha dicho que las sensaciones han sido “muy buenas, sobre todo en la parte inicial y en la media, luego sí que es verdad que el final se hizo un pelín duro. Es el primer 500 del año y siempre cuesta un poco más regular, pero fue bueno, todavía queda selectivo”.
Su experiencia como integrante del K4 español que logró proclamarse subcampeón del mundo en 2019 supone un “aliciente especial”, porque sabe que está “ahí” y que tiene que “defender el puesto en un grupo de 6 deporti stas de altísimo nivel, no hay más que verlo. Es una rivalidad sana aunque muy fuerte, esta competitividad nos va a hacer crecer más. Todos los que estamos en este proyecto hemos hecho méritos de sobra para formar parte de este barco”.
El palista de Cangas de Morrazo ve “injusto” la reducción de plazas en la especialidad de kayak masculino, ya que es un deporte en el que los españoles están demostrando que son “muy grandes” y que se merecen “estar ahí”.
A su juicio, la clave del éxito del K4 está en el trabajo: “Suena a tópico pero no lo es; sobre todo, en el trabajo táctico sobre el desarrollo de la carrera y tenerla totalmente planificada, en cada punto y circunstancia, y pase lo que pase seguir el plan establecido, tenerlo muy interiorizado los cuatro a la vez, y resolver de manera instantánea cualquier situación sin que se rompa el barco”.
Como ocupante de la última posición de la tripulación, Germade reflexiona: “Intento siempre que la embarcación vaya empastada, que no haya interferencia en las fuerzas, que vaya lo más junta posible e ir con el movimiento del barco, y aportar lo máximo de forma regular durante todo el 500”.