El río Guadalquivir, con el barrio de Triana como telón de fondo, ha sido testigo de las primeras paladas del K-4 integrado por Saúl Craviotto, Marcus Cooper Walz, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade en este 2022. El cuarteto de palistas del equipo nacional en la especialidad de sprint, que consiguiera la medalla de plata en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio, volvió a subirse a la ya emblemática embarcación durante el stage invernal que están llevando a cabo en la ciudad de Sevilla desde el pasado 10 de enero.
Las excelentes condiciones climatológicas de la capital andaluza han vuelto a ser determinantes para que el grupo de trabajo que la Real Federación Española de Piragüismo tiene radicado en el embalse de Trasona (Asturias), haya elegido un año más el CEAR de La Cartuja como campo base para proseguir con la puesta a punto progresiva de los doce palistas que integran esta unidad del equipo masculino de la modalidad de kayak (Juan Oriyés, Roi Rodríguez, Adrián González, Carlos Pérez Rial, Kike Adán, Carlos Borrás, Richard García y Albert Martí completan la nómina), y que dirige desde el plano técnico Miguel García.
Después de varios días trabajando con piraguas individuales, los cuatro medallistas olímpicos en tierras japoneses se hicieron al agua con el barco cuádruple en la tarde del lunes para ir probando sensaciones. Esta ha sido la cuarta ocasión en la que se subían al más largo de los kayaks desde que el pasado agosto pusieran fin a 45 años de sequía de metales para España con tal embarcación en unos Juegos, si bien fue la primera en lo que llevamos de año. “La verdad es que está yendo todo muy bien. Estamos trabajando duro, pero disfrutando a tope de estos días aquí y aprovechando cada entrenamiento para acumular sensaciones y seguir creciendo”, comenta Marcus Cooper Walz, el más joven de los integrantes del cuarteto de plata y que, en esta ocasión, alternó su posición en la embarcación con Craviotto, ocupando el balear la primera plaza del K-4.
Kike Adán, Juan Oriyés, Roi Rodríguez y Albert Martí, la última incorporación al grupo que dirige el técnico Miguel García en tierras asturianas, fueron los cuatro palistas que ocuparon la otra embarcación de cuatro plazas con el fin de optimizar al máximo la sesión de trabajo y darle un toque de competitividad. “Otro día más para la mochila. Al principio hubo mucha risa, luego mucho sufrimiento y después la satisfacción de haberlo dado todo. Seguimos sumando”, comentaba Kike Adán en sus redes sociales después de la exigente jornada de trabajo diseñada por el preparador natural de Luanco.
El grupo completará hoy su último día de entrenamientos en el Guadalquivir de este ciclo recién iniciado en los primeros días de enero, antes de emprender el viaje de regreso a Asturias para continuar con la pretemporada en el embalse de Trasona, donde los Craviotto, Germade, Cooper y Arévalo tienen establecido su cuartel general desde el pasado ciclo olímpico. Aunque todavía queda lejos, los cuatro palistas empiezan a mirar de reojo las grandes citas de la temporada en el calendario internacional: el Mundial de Halifax (Canadá); el Europeo de Munich (Alemania); las Copas del Mundo de Racice (República Checa) y Poznan (Polonia); y la SuperCup de Barnaul y Moscú (Rusia).
EL GRUPO DE BRASERO, DE VUELTA EN PICADAS
Por otra parte, la segunda unidad del equipo nacional masculino de kayak, bajo el mando de Luis Brasero, puso fin la semana pasada a su segunda concentración en lo que va de temporada en el Centro de Actividades Náuticas de Arcos de la Frontera (Cádiz). El grupo que conforman Cristian Toro, Paco Cubelos, Íñigo Peña, Isabel Contreras, Carlos Garrote, Pelayo Roza, Iván Fernández, Lázaro López, Aitor Gorrotxategi y Pedro Vázquez ha retomado sus sesiones de entrenamiento en el embalse de Picadas (Navas del rey), a las afueras de Madrid, si bien volverá a desplazarse a tierras gaditanas en un par de semanas para cumplimentar un tercer stage de preparación en el pantano arcense.