El pasado sábado en el restaurante La Chalana del Paseo de la Castellana de Madrid, tuvo lugar el entranable Homenaje que se le brindo a dos figuras ilustres de nuestro deporte, Eduardo Herrero y Jesús Rodríguez Inclán, bajo la organización de Vicente Rasueros y como maestro de ceremonia, Manuel Fonseca, se dieron cita un nutrido grupo de personas vinculadas desde hace muchos años a este deporte y que quisieron sumarse al merecido reconocimiento que el mundo del piragüismo les debía, como precursores que colaboraron a situar a nuestro deporte en un lugar de privilegio dentro del deporte español y que supuso el primer gran impulso de nuestra modalidad deportiva.
Eduardo y Jesús, tal y como comentó en los prolegómenos del acto, Vicente Rasueros, «han sido santo y seña de nuestro piragüismo:
Eduardo, como entrenador, padre, madre, hermano mayor, médico, enfermero, maestro, y hasta “nos enseñó a fabricar piraguas… Eduardo, para muchos de nosotros fue el culpable de inculcar la pasión por este deporte y enciclopedía viva.
Jesús, el amigo de todos, que fue deportista, secretario, administrativo, conserje y… redactor del Aguas Vivas, aquella revistilla, “cuasi artesanal”, que nos cautivó a todos. Y por todo ello este homenaje para agradecerles cuanto hicieron, que como vemos, fue muchísimo y muy relevante».
Rasueros también quiso compartir este reconocimiento con todos los presentes y con a aquellos que no pudieron sumarse a este acto por estar inmersos en las actividades de este dilatado fin de semana, y que sin duda también son historia de nuestro piragüismo, por último quiso recordar a personajes que
que se nos vienen a la mente, a cada uno de nosotros, …demasiados nombres que nos ya nos han abandonado.
Como recuerdo a los dos, se les hizo entrega de un libro elaborado por Manuel Pastrana, con un amplio dossier fotografico, en los que todos los que quisieron dejaron su recordatorio y su rubrica.
Manolo Fonseca también hizo un extenso recordatorio de vivencias con los protagonistas y agradecio a Carlos inseparable compañero de Rasu su colaboración para llevar a cabo la coordinación del homenaje con la medalla de los JJ.OO. de Barcelona’92.
En fin un gran ambiente que reunió a lo más granado del piragüismo nacional en el restaurante regentado por Javier Suárez (al que todos recordamos como «el lechero»), y al que hemos de agradecer su hospitalidad y colaboración, donde a los postres de la comida pudimos confraternizar de nuevo y revivir aquellos recuerdos entrañables con viejos amigos y compañeros.
Como muestra de los asistentes os dejo la foto de familia, por cierto ya se rumorea que habrá continuación …
Juan Carlos Vinuesa González