Si ayer ya hablábamos de un triunfo histórico con el K4 1000, hoy todos los calificativos se nos quedan cortos. Nuestros velocistas no han decepcionado, y han completado una inolvidable Copa del Mundo de Milán, consiguiendo dos medallas más de oro para un total de cuatro victorias en pruebas del calendario olímpico (3) y paralímpico (1), y con el resto de nuestros de nuestros palistas todos en finales, lo que es un resultado global inédito para la selección española en el historico de su participación en Copas del Mundo.
El primero en subirse al podio esta mañana fue Javi Reja, que aunque disputó la final de Paracanoe ayer la entrega de medallas estaba programada para esta mañana. Pero el primero que disputó su final en la jornada de cierre de la Copa del Mundo fue el K1 200 de Saúl Craviotto. El doble medallista olímpico dominó de principio a fin la prueba de la que es el vigente subcampeón olímpico, venciendo a sus rivales con un crono de 35.340. Por si esto fuera poco, el español Carlos Garrote se quedó a las puertas de acompañar a Craviotto en el podio: quedó en cuarta posición, a menos de una décima del tercer clasificado. Pero al final no pudo ser, a Saúl Craviotto le acompañó en el podio el húngaro Sandor Totka, que llegó a 0.248 segundos y el italiano Matteo Florio, que llegó con 0.284 segundos de diferencia.
Poco después, en el C1 200 Sete Benavides confirmó las buenas sensaciones de la serie clasificatoria, consiguiendo la cuarta medalla de oro de España. Nuestro C1 venció con tremenda autoridad. Lo ajustado de la diferencia en la línea de meta se debió a que Sete llegó a los últimos metros con una clara ventaja que le permitió celebrar anticipadamente la victoria. Sete se colgó el oro una vez más completando los 200 metros por debajo de los 40 segundos, con un tiempo de 39.985 que sólo le concedió 0.072 segundos de ventaja sobre el alemán Stefan Kiraj. Pero que en todo caso fueron suficientes para llevar a Benavides a lo más alto del podio, completado por el palista húngaro Adam Lantos, que llegó a la meta a 6 décimas del español.
En el resto de las finales de la matinal con presencia española nuestros palistas completaron una buena actuación aunque sin el premio de las medallas. Nuestra embarcación de equipo mejor clasificada fue el K2 200 femenino de Tania Fernández y María Corbera, que consiguió una cuarta posición (30.377) llegando a 1.448 de la vencedora. La medalla de oro fue para el equipo alemán (38.849), seguido por el serbio a 0.224 y por el húngaro a 0.372. Esta era la única prueba no incluida en el programa olímpico en la que participaba España.
En el K2 200 Masculino Carlos Arévalo y Cristian Toro tampoco consiguieron acceder al podio, tuvieron que conformarse con una quinta posición aunque disputaron los puestos de privilegio hasta los últimos metros. Los españoles marcaron un tiempo de 32.629, en una regata claramente dominada por el equipo alemán. Ronald Rauhe y Tom Liebscher vencieron con un gran crono de 31.520, sacándole
Por último, en el K4 500 Femenino la embarcación española no pudo pasar de la sexta posición (1:38.110). Tania Fernández, María Corbera, Isabel Contreras y Eva Barrios completaron una buena carrera y estuvieron luchando con las mejores hasta el final y quedaron solo a 2.52 segundos de la victoria, en una regata dominada por los 2 equipos chinos clasificados. Las palistas chinas, disputándose las plazas del selectivo K4 de su país, consiguieron la medalla de oro y la de bronce, quedando la plata para la embarcación sueca. España llegaba a la cita italiana a un mes del selectivo de 500 metros que se celebrará en Pontevedra este mes de mayo por lo que este resultado a poco más de un segundo del podio es un buen resultado para el equipo femenino.
La falta de medallas en las finales de equipo de hoy no empaña una actuación excepcional del equipo español en la Copa del Mundo de Milán. España ha entrado en todas las finales a las que optaba, consiguiendo nada menos que 4 medallas de oro. Un estreno de lujo para Los 16 de Brasil 2016, que nos invita a pensar en un ciclo olímpico lleno de éxitos.
