El pasado 20 de noviembre el piragüismo nacional se dio cita en Mérida para celebrar la XXVIII edición de la Gala Nacional de Piragüismo; un evento organizado este año y de forma conjunta por la RFEP y la Federación Extremeña de Piragüismo y que contó con la presencia de más de 200 personas entre palistas, técnicos, aficionados y amigos. Hasta allí también se desplazaron el Alcalde del Ayuntamiento de Mérida, José Ángel Calle Grajera, el Consejero de Juventud y Deporte de la Junta de Extremadura, Carlos Javier Rodríguez Jiménez, la Senadora Carmen Granado y Ricardo Leiva, Director Deportivo del Comité Olímpico Español.
Tras la entrega de los trofeos a todos los clubes vencedores de las diferentes ligas le tocó el turno a los clásicos y esperados premios nacionales; un total de 10 premios que reconocen los méritos deportivos cosechados por los ganadores en la temporada pasada y que fueron repartidos de la siguiente forma:
Mejor Deportista Masculino para la pareja olímpica formada por Saúl Craviotto y Carlos Pérez Rial, vigentes campeones olímpicos en la modalidad de K-2 500 metros y que este año han cosechado un oro y una plata en el Campeonato del Mundo de Aguas Tranquilas de Poznan en la distancia de 200 metros, recientemente declarada olímpica.
Mejor Deportista Femenino para Teresa Portela, palista que nos tiene acostumbrados a grandes éxitos internacionales y que ha vuelto a resolver la temporada 2010 con medallas, tanto individualmente como en embarcaciones de equipo.
Mejor Promesa Masculino sub-23, premio que recayó este año en Pablo Andrés Iglesias, palista que ya viene cosechando grandes resultados y que ha culminado su extraordinaria temporada con una medalla de oro en relevos, en el Campeonato del Mundo de Aguas Tranquilas de Poznan, y otra de plata, en el Europeo sub-23.
Mejor Promesa Femenino sub-23. La gran temporada realizada por Eva Barrios, rematada por su medalla de bronce en el Campeonato del Mundo de Maratón, inclinó a la RFEP a otorgarle el galardón a la palista zamorana.
Mejor Promesa Masculino junior para Cristian Isaac Toro, un piragüista que esta temporada ha tenido una muy brillante actuación, con dos medallas de plata en la distancia de 200 metros (K-1 y K-2) en el Campeonato de Europa Junior de Aguas Tranquilas de Moscú.
Mejor Entrenador, trofeo «José Montes”, para Miguel García Fernández; un técnico que comenzó su carrera profesional como palista, cosechando grandes éxitos que continuó como entrenador al frente del equipo nacional absoluto de aguas tranquilas.
Mejor Árbitro, trofeo «Jacinto Regueira”, para Nuria Vilarrubla Cortina y Javier Marroig Toledo, dos personas que provienen de mundos piragüísticos muy diferentes pero de extraordinaria valía en ambos casos y que esta temporada se han acreditado como árbitros de gran prestigio nacional e internacionalmente: la primera en la disciplina de slalom y el segundo, en kayak de mar.
Mejor Patrocinador, trofeo «Consejo Superior de Deportes”, para la Sociedad de Promoción de Turismo de Castilla y León «SOTUR”, por su apoyo a la RFEP en actividades de promoción y en todos los equipos nacionales. Además, se otorgaron distinciones como co-patrocinadores «Piragua de Honor»: Amura, Sierragres, Aister, Diputación de Pontevedra-Rias Baixas y Nelo.
Premio a los Medios de Comunicación, trofeo «Aguas Vivas”, para la agencia EFE por todas las horas dedicadas a hacer del piragüismo un deporte menos minoritario de lo que estamos acostumbrados. Este año destaca sobre todo su cobertura del Campeonato de Europa de Aguas Tranquilas de Trasona, del Mundial de Poznan y del Campeonato del Mundo de Maratón de Banyoles.
Premio a los Valores Humanos, otorgado a Amando Prendes Viña y José Ramón López Díaz-Flor; dos clásicos de nuestro deporte a los que la RFEP ha considerado oportuno homenajear en esta Gala con un premio especial que nace este año (y con ganas de quedarse), para reconocer su auténtica vocación. La entrega de este premio se convirtió en el momento más emotivo de la Gala; Prendes dedicó unas conmovedoras palabras a Díaz-Flor, al que llamó su «hijo grande”, y ambos afirmaron que, sin duda, para ellos el piragüismo había sido una fuente de valores, experiencia y amigos.
Asimismo, la RFEP quiso reconocer el trabajo como anfitriona de la Federación Extremeña de Piragüismo y otorgó un premio especial a su presidente, Manuel Villariño, que agradeció el galardón recordando la tradición deportiva de la ciudad de Mérida, cuna del piragüismo en los años 80.
En definitiva, una gala que se vivió con emoción, y en la que se reunieron rostros de ayer y de hoy del piragüismo nacional para celebrar un deporte que cada año se hace más grande.