Miguel García y Craviotto envían, a través de sus abogados, un escrito a Garrote rechazando por “estricta falsedad” las acusaciones de manipular el selectivo y le advierten de la “grave violación” que implicaría la “supuesta grabación” de una conversación entre ambos

Madrid, 12 marzo de 2021.- El seleccionador Miguel García y el cuádruple medallista olímpico Saúl Craviotto han remitido un escrito al palista Carlos Garrote, a través de sus abogados, el Despacho Ius+Aequitas, en el que rechazan por “estricta falsedad” las “graves acusaciones” realizadas por éste, acusando a ambos por supuesta manipulación en las pruebas del selectivo para determinar el K4 500 que competirá en los JJOO.

Además, le advierten de la “grave violación” que implicaría la “supuesta grabación” de una conversación entre el técnico y el palista.

El entrenador Miguel García, responsable de la preparación de los palistas ganadores de cuatro medallas olímpicas en Río, Londres y Pekín, reitera su “absoluta tranquilidad” sobre cualquier afirmación suya que pudiera formar parte del contenido de la supuesta grabación, y puntualiza que la “extracción de cortes que puedan descontextualizar la conversación no variará la realidad”.

En el requerimiento enviado a Garrote -uno de los seis palistas que aspiran a las 4 plazas para Tokio, junto a Craviotto, Walz, Arévalo, Germade y Toro-, los letrados apuntan que manifestaciones son “manifiestamente contrarias a la realidad y gravemente lesivas” para el derecho al honor del técnico y el palista.

Asimismo, ha comunicado a Garrote que se ha tenido noticia de que presuntamente habría llevado a cabo una grabación y posterior transcripción de una conversación telefónica privada mantenida entre Miguel García y Saúl Craviotto sobre las pruebas internas de selección.

“De ser cierto, entrañaría una grave violación del derecho a la intimidad de nuestros clientes y concretamente a la inviolabilidad y secreto de sus comunicaciones”, abundan los juristas, quienes advierten a Garrote de que “la presunta grabación en cuestión y su transcripción tendrían, de existir, un origen manifiestamente ilícito al entrañar una intromisión ilegítima en las comunicaciones y un descubrimiento y revelación de secreto típicamente delictivo”.

Por último, en nombre de sus representados, requieren, a Garrote a que se abstenga de revelar o difundir a terceros por cualquier medio de comunicación social el contenido de la presunta grabación ilícita, incluida su transcripción y de efectuar cualquier manifestación pública al respecto que pueda vulnerar los derechos fundamentales que amparan a Miguel García y Saúl Craviotto.