El deportista talaverano, tres veces olímpico, no lo dudó un instante y tras su último entrenamiento de la semana decidió llenar un coche de material, comida y provisiones para viajar hasta la localidad valenciana de Catarroja para, gracias a la colaboración del Club Piragüismo Cullera, acudir a ayudar en las labores de recuperación tras la devastadora DANA que azotó la región.
“Hemos hecho lo que nos pedía el cuerpo. Hemos sacado muchos litros de agua y toneladas de barro, lodo y escombros”, señala Cubelos tras dos días trabajando de forma voluntaria antes de regresar a los entrenamientos. Dentro de la catástrofe, en la que todo el mundo busca recuperar la normalidad cuanto antes, el internacional español ha destacado la unidad de los vecinos: “Lo bonito ha sido la solidaridad y la cadena humana en la que he visto que el pueblo desea minimizar los daños y reparar la situación cuanto antes”.
A pesar de la desorganización inicial, reconoce que la voluntad de las personas para ayudar era lo más valioso en ese momento: “Al principio había mucho agradecimiento y motivación, pero luego, con el cansancio, también empezamos a ver un poco de irritación. A veces no sabías si lo que hacías era lo correcto, pero era importante seguir adelante”, relató Cubelos.
Cubelos insiste en que esta situación seguirá por un largo periodo de tiempo y reclama que la ayuda de voluntarios no cese: “Hace falta más gente, porque el trabajo es enorme y no sobra ninguna mano. Espero que más personas se sumen a la causa”.
Además, el piragüista olímpico hizo hincapié en la importancia de la solidaridad en estos momentos tan difíciles: “Lo bonito ha sido la solidaridad de la gente. A pesar de que no era mi día de descanso, había que arrimar el hombro. La gente está muy agradecida de que estemos aquí”.