Madrid, 21 de abril de 2020.- Los palistas de la selección española de paracanoe Javier Reja e Higinio Rivero se han definido hoy como «expertos» en confinamiento, que actualmente se sienten «casi con libertad total», al establecer un paralelismo entre la situación de aislamiento por COVID-19 y las hospitalizaciones vividas tras sufrir sendos accidentes que les han dejado postrados en silla de ruedas, según han dicho en la clase magistral sobre «Superación y búsqueda de nuevos retos».
«Este confinamiento es como unas vacaciones para mí. Estoy en casa, entrenando a tope, comiendo bien y junto a la familia», ha dicho Rivero al compararlo con los tres meses en los que permaneció internado inmovilizado en la cama en posición horizontal para favorecer que le soldaran varias roturas en la cadera y lesiones en la espalda, ocasionadas al caerse mientras practicaba escalada.
El andaluz Javier Reja, perteneciente al club Náutico de Sevilla, se ha convertido en el primer deportista español de paracanoe participante en Juegos Paralímpicos al competir en Río 2016 mientras que el vasco Higinio Rivero tiene la plaza asegurada para hacerlo en Tokio el próximo año.
En la conferencia incluida en el programa de clases magistrales online que lleva a cabo la Federación Española de Piragüismo, ambos han abogado por «no poner pegas y buscar soluciones» para encarar las situaciones que presenta la vida. A ellos les deparó quedarse postrados en silla de ruedas como consecuencia de una accidente de moto en el caso del sevillano Reja y de una caída desde 15 metros de altura cuando practicaba escalada, el bilbaíno Rivero.
Javier Reja, que superó 14 días en la UVI y dos meses y 10 días en planta del hospital, festeja el afán de superación que le ha permitido reconducir su vida y, de alguna manera, enlaza ese momento en el que «no sabía cómo iba a quedar» con la incertidumbre actual:
El sevillano, al que se le daba bien nadar, encontró en aguas del río Guadalquivir la opción de introducirse en el piragüismo, en el que llegó a proclamarse campeón del mundo de paracanoe en el año 2013 -siete años después de sufrir el accidente- y en 2016 fue el primer español participante en Juegos Paralímpicos.
Higinio Rivero, que en Tokio competirá en KL2, ha señalado los beneficios que le aporta la práctica deportiva en el aspecto físico, psicológico y social, y ha valorado el paracanoe como especialmente inclusivo, ya que «desde fuera de agua no se percibe la discapacidad».
«Tenemos un poco de ventaja», ha afirmado Rivero: «Ahora que está de moda la palabra confinado, nosotros somos unos expertos. Estamos jodidos por no poder salir a la calle pero nos damos con un canto en los dientes que tenemos de todo en casa».
El vasco, amante de los retos -sueña con una aventura en piragua en el río Negro (Argentina)-, ha reflexionado que la condición física que tenía en el momento en el que se cayó mientras escalaba fue determinante para que el alcance de la lesión no fuera mayor y también le ayudó para reincorporarse a la práctica deportiva.
Sobre el paso entre deporte como rehabilitación y deporte de élite, para Rivero se debe a un «cúmulo de circunstancias», y señala que en su caso pasó de no gustarle competir a «estar deseando hacerlo».
Ambos han incidido el alabar el buen ambiente que reina en la selección española de paracanoe así como la «total» integración en la conviven con el equipo nacional de esprint, con el que comparten desplazamientos, hoteles y escenarios de competición.
Los dos conciben su futuro vinculado al piragüismo, de momento como deportistas; y animan a las personas cuya discapacidad funcional se lo permita a abandonar el «estado de confort» para acometer nuevos retos.
El extremeño Juan Valle completa junto a Higinio Rivero la relación de palistas clasificados para los Juegos Paralímpicos de Tokio a la espera de que la selección que dirige Ismael Uali alcance nuevas plazas, a las que entre otros aspira Javier Reja.