Madrid, 6 mayo de 2020.- El internacional gallego Roi Rodríguez, que ha retomado los entrenamientos esta semana con el objetivo de la clasificación para JJOO de Tokio, ha cifrado en 26.000 unidades el número de viseras que ha producido con impresora 3D, a las que ha sumado 10.000 ‘salvaorejas’ para atender un pedido realizado para el Servicio Gallego de Salud, contribuyendo con este material a la lucha contra la expansión del coronavirus, y ha señalado que actualmente se encuentra «en pausa, por si hay un segundo rebrote, atento para volver a fabricar si hiciese falta».En su opinión, «lo más bonito de la iniciativa es ver las imágenes que te mandan luego el personal médico y las fuerzas de seguridad que llevan las viseras, que tienen una sonrisa de oreja a oreja a pesar de estar en una situación muy complicada, trabajando muchas horas seguidas y pasando noches de guardia».El palista pontevedrés ha revelado que «reconforta bastante ver que estás ayudando un pelín desde casa», donde ha desarrollado la iniciativa que ha contado con otros participantes, llevada a cabo desde su casa en la localidad de Tomiño, cercana a Tui.El proyecto llevado a cabo por el palista internacional, de 25 años, se ha centrado en la construcción con impresora 3D de pantallas de protección además de ‘salvaorejas’, las piezas de plástico que permiten ajustar las mascarillas sin producir marcas en la piel.Sobre su retorno a los entrenamientos tras el confinamiento, ha indicado que desde su inicio en la actividad piragüística nunca estuvo «tanto tiempo» sin montar en la embarcación.»Lo que más se asemeja a algo parecido es cuando acabamos la temporada, que solemos parar 2 o 3 semanas, eso es lo máximo que estamos sin palear. Ahora al volver te encuentras un poco extraño durante los primeros días. Venimos de palear en el ergómetro y no tuve sensación rara al volver a los entrenamientos», ha explicado.Roi Rodrígurez, perteneciente al Kayak Tudense, ha abundado que estos días realiza sesiones «realmente tranquilas, de una hora de ritmos aeróbicos para la adaptación a la falta de tacto y volver poco a poco al trabajo».»Los objetivos estarán puestos más en el año que viene que en este, porque todavía no sabemos cuando podremos competir, al final el objetivo de los JJOO sigue estando ahí», ha dicho en relación a la búsqueda de la plaza clasificatoria para Tokio 2020.