Sete Benavides ya es de bronce. Tras varios meses de espera, el Comité Olímpico Internacional (COI) ha otorgado hoy a nuestro palista de manera oficial la medalla de ese metal por su participación en la final de sprint del C-1 200 de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, en la que ocupó inicialmente la cuarta posición (43.038).
La descalificación por dopaje del lituano Jevgenij Shuklin (plata en aquella prueba), confirmada el pasado 12 de junio por el ente rector del olimpismo mundial tras desestimar el recurso interpuesto por Shuklin, ha propiciado una reasignación del medallero del C-1 200, disputado en el canal de regatas de Eton Dorney el 11 de agosto de 2012, por parte de la Federación Internacional de Piragüismo (ICF).
“La decisión fue tomada durante la reunión de hoy de la Junta Ejecutiva del Comité Olímpico Internacional tras las descalificaciones de varios atletas. Los resultados de sus eventos fueron ajustados en consecuencia por las Federaciones Internacionales involucradas”, ha informado el COI por medio de un comunicado.
Una vez que Shuklin ha devuelto tanto su medalla como el diploma olímpico, la ICF ha procedido a certificar la subida al podio del palista español, quien de ese modo estrenará su medallero olímpico. Por su parte, el ruso Iván Sthyl (42.853) asciende al segundo cajón, heredando la plata del lituano, en tanto que el ucraniano Yuriy Cheban (42.291) mantiene su condición de campeón olímpico del C-1 200 metros.
Esta nueva presea supone elevar a veinte las medallas logradas por España en la cita olímpica londinense y a cuatro el número de metales conquistados por el piragüismo en tierras británicas, donde ya subieron al podio en la disciplina de sprint David Cal (plata en C-1 1000) y Saúl Craviotto (plata en K-1 200); mientras que Maialen Chourraut obtuvo un bronce en el K-1 de eslalon, el primero de sus tres metales en unos Juegos.
Del mismo modo, el piragüismo pasa a ser, con ese bronce de Sete, el deporte más laureado del equipo olímpico español durante las tres últimas ediciones de los Juegos. Ya lo fue en Río 2016 con los tres oros de Chourraut (K-1 eslalon), Marcus Cooper-Walz (K-1 1000 sprint) y la dupla Saúl Craviotto-Cristian Toro (K-2 200 sprint), además del bronce del propio Craviotto en el K-1 200 de sprint, siendo la tercera potencia mundial en el medallero particular de nuestro deporte, tan sólo superada por Alemania y Hungría.
Más recientemente, en Tokio, el piragüismo volvió a liderar el medallero español en unos juegos merced a las tres preseas de plata logradas por Maialen Chourraut (K-1 eslalon), Teresa Portela (K-1 200 sprint) y el K-4 500 formado por Craviotto-Cooper-Carlos Arévalo-Rodrigo Germade.
La flamante medalla del palista del Real Club Náutico del Port de Pollença eleva a 20 los metales cosechados por nuestro deporte en la historia de los Juegos, quedando por tanto a una sola presea de las obtenidas por la Federación de Vela, que con 21 conquistas se mantiene a la cabeza del medallero histórico español en las citas olímpicas. El ciclismo y el atletismo (16) comparten la tercera posición en dicho listado.
Por último, señalar que la descalificación de Shuklin y la consiguiente sanción que le aguarda otorgará también a Sete Benavides las medallas de bronce en el C-1 200 del Mundial de 2014 y en la misma prueba del Europeo de 2013.