Los Juegos Olímpicos son el escaparate mundial en el que los deportistas demuestran su evolución y su competitividad cada cuatro años. Un espectáculo en el que el Comité Olímpico Internacional (COI) busca encontrar a los mejor de lo mejor de cada deporte, disciplina y modalidad. Con el paso del tiempo deportes nuevos entran en el programa olímpico y hay otros que se caen. En lo que atañe al piragüismo la ICF y el COI vieron una buena oportunidad de ampliar las opciones de este deporte en los Juegos con la entada del Kayak Cross, una modalidad que apenas tiene nueve años de historia, pero, por su espectacularidad, atractivo para el público y los espectadores, y la gran acogida que ha tenido por parte de los palistas, ha entrado en el programa olímpico de Paris 2024 donde promete ser uno de los platos fuertes de la disciplina del piragüismo.
Fue en el año 2015 cuando el Kayak Cross apareció por primera vez en el programa de la Copa Mundial de la ICF y desde entonces, su crecimiento ha sido exponencial.
La mecánica de este deporte es emocionante desde el punto de salida ya que el comienzo de las pruebas se sitúa sobre una rampa a más de dos metros de altura sobre la lámina de agua. Allí, cuatro kayaks de plástico (PVC) idénticos entre sí deslizan por la rampa para empezar un descenso, de no más de un minuto, en el que todo, o casi todo, está permitido.
Tal y como sucede en el Slalom Olímpico, los participantes han de pasar por las boyas del circuito para superar hasta ocho puertas (seis a favor y dos en remonte) y realizar un esquimotaje (giro rotacional de 360º de la canoa en el agua, lo que implica que la cabeza desaparece dentro del canal durante un par de segundos), pero al contrario que en las pruebas individuales, el contacto con las puertas y otras embarcaciones está permitido, aunque saltarse una puerta -o no realizar un giro del kayak en algún punto del recorrido- conlleva a la descalificación.
No solo está esa penalización en una prueba de Kayak Cross, también un palista se puede ver amonestado por los jueces si se interrumpe la salida, se palea peligrosamente o sí no se completa el recorrido del kayak dentro del área asignada. Las carreras de Kayak Cross son tan volátiles, que es difícil pronosticar un favorito para cada uno de los descensos, son pruebas ‘cuerpo a cuerpo’ entre los participantes y donde liderar al principio de esta con ventaja, no es sinónimo de victoria.
En cuanto al sistema de competición, primero hay descensos contrarreloj individuales donde los mejores tiempos pasan a las rondas eliminatorias, hay una preliminar y de ahí se pasa a las rondas de cuartos de final, donde se clasifican los dos primeros de cada descenso a la siguiente serie y los dos últimos quedan eliminados. Así, hasta la final en la que los tres primeros suben al podio.
En nuestro país, en 2024 se disputará el cuarto campeonato de España de la modalidad. En 2021 en mujeres Olatz Arregui se hizo con el título, en 2022, fue Maialen Chourraut la que logró el oro y el pasado curso la campeona de España, en la prueba disputada en la pista leonesa de Sabero, fue la palista Maite Odriozola. En la categoría masculina, el gran dominador de la prueba es el segoviano David Llorente, que ha sumado el título en las tres ediciones.
El próximo domingo 31 de marzo en la Seu de Urgel, se disputará la primera Copa de España de la temporada, un buen termómetro para saber como están nuestros palistas en Kayak Cross, sobre todo, pensando en la Copa del Mundo de Praga, que se disputará entre el 6 y el 9 de junio y donde estarán en juego seis plazas en esta modalidad para los Juegos Olímpicos. El podio masculino y femenino (si es que no tenían ya la plaza asegurada para parís) acudirán a los Juegos. España, al tener ya clasificados los cuatro palistas para las pruebas de Slalom Olímpico, también tiene asegurada la presencia en el Cross, pero en función de lo que se consiga en Praga, podrá asegurar a otros dos palistas (uno masculino y otro femenino).